ELa caza es una de las artes más antiguas practicadas por el ser humano. Castilla y León no es una excepción, pese a algunos problemas legales ocurridos entre 2018 y 2019. Existe en la comunidad una amplia variedad de presas, tanto mayores como menores, que merece la pena conocer.

La caza en Castilla y león

Esta comunidad ha sufrido algunos cambios en su legislación. En un principio, el Tribunal Superior de la comunidad emitió una orden que prohibía el desarrollo de las actividades cinegéticas. No obstante, las Cortes de Castilla y León han emitido una nueva norma para salvar estas prácticas, especialmente porque es necesario controlar la población de algunas especies en particular.

Cabe destacar que el 98 % de toda la superficie de esta comunidad es apta para actividades cinegéticas. Así, los cazadores autóctonos y de otras partes del país pueden disfrutar a sus anchas de diferentes ambientes, presas y distintos estilos de cacería con los que probar sus habilidades. Además, se otorgan permisos de tres meses para la explotación de determinados cotos, como los destinados a la cacería de conejos.

Especies cinegéticas de la comunidad

Diferentes especies de caza mayor y menor pueblan las tierras castellanoleonesas. Los conejos son una de las presas más extendidas y que más se atrapan. Es común que su población aumente sin control, por lo que es necesario reducir su número para proteger las inversiones humanas y los ecosistemas donde estos animales viven. Las provincias de Burgos y Valladolid son algunas de las regiones donde cazar estos pequeños mamíferos.

El corzo es otro de los grandes atractivos. Este animal abunda en las provincias de Burgos y Soria, donde su superpoblación pone en peligro a los conductores de la zona y los viñedos. El rececho es una de las prácticas más comunes para atrapar a este animal, el cual se empieza a cazar a partir de la primavera. Otras piezas interesantes de la categoría mayor son el ciervo y el jabalí, los cuales pueden abatirse a finales del verano.

En cuanto a las aves, las presas más interesantes son la codorniz, la tórtola y la perdiz, cuya veda se abrió durante agosto y representan una muestra de la variedad de especies de esta comunidad autónoma. Por último, las modalidades de batida, gancho, rececho, becadas y otras están permitidas para las diferentes especies. Incluso, es posible cazar a los conejos utilizando hurones amaestrados o tapando sus madrigueras.

En definitiva, la caza ofrece grandes oportunidades en una comunidad autónoma como Castilla y León. Pese a los problemas legales experimentados, las actividades cinegéticas pueden desarrollarse sin problemas; una buena muestra de que este arte sigue con vida y con una buena representación dentro de la sociedad moderna.

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