La caza es una practica deportiva en la que, lógicamente, el cazador pretender ver sin ser visto. Esto es algo que debe ser totalmente determinante a la hora de elegir la ropa a la que vamos a confiar el camuflaje en la caza.
Si bien hay que partir de esta base que todos conocemos, muchos cazadores desconocen la mecánica para que el uso del camuflaje sea correcto. Así, se cometen errores de carácter básico que hacen que todo el kit completo de camuflaje sea inefectivo.
¿Cómo se debe llevar el camuflaje en la caza y dónde ocultarse?
A la hora de elegir el camuflaje del que va a depender la fortuna de nuestra montería, debemos tener en cuenta el uso de prendas que deban mimetizarse con el entorno.
La forma de camuflarse más sencilla es aquella basada en la monocromía, es decir, aquella en la que las prendas del cazador coinciden, de manera predominante, con el medio natural. En un entorno de árboles eminentemente marrones con hojas verdes, debe predominar una coloración oscura, tenue, que no llame la atención con colores que se salgan de esa gama. En cambio, en un entorno nevado, los tonos, lógicamente, deberán ser blancos.
No todos los animales ven de la misma forma
A pesar de todo lo anterior, en la caza, hay que tener en cuenta que no todos los animales ven en color, como el ser humano. Esto determina que, para cazarlos, sea necesario mantener el contraste entre las luces y las sombras del ambiente, pasando a un segundo plano el color de la prenda que estemos llevando.
Así, un error muy típico en los cazadores de aves es el hecho de que se visten con colores que se camuflan totalmente en la vegetación pero nada en el suelo, que es el fondo que la presa ve cuando va volando.
Dónde ocultarse?
Aunque pueda parecer una tontería, a veces el mejor escondite es quedarse quieto. La forma mas sencilla de no ser visto es quedándonos inmóvil, llegando incluso al extremo de no respirar durante unos segundos para evitar ser descubierto por la presa.
La mayoría de los animales frenan en seco su movimiento cuando, estando en la naturaleza, detectan la presencia de un peligro potencial que puede dañarles. Al revés debe funcionar para el cazador pues, deteniendo su ritmo cumple con dos cometidos: evitar ser visto debido a su escaso o nulo movimiento y, en además, precisar de manera más eficaz sobre la presa en movimiento.
La ausencia de movimiento, con una prenda que se mimetiza en el entorno en colores y formas, es casi un mecanismo totalmente infalible para la caza de prácticamente cualquier especie.
Con estas técnicas para el camuflaje en la caza, aumentas el beneficio potencial y la recompensa. ¡A ponerlo en práctica!